Un trabajo muy sucio, Christopher Moore

Moore crea argumentos ingeniosos, personajes “bonachones” que sacan a relucir nuestro instinto de protección, y escenas que resultan hilarantes de lo surrealistas que llegan a ser. Todo ello aderezado con un humor ¿ácido? ¿sarcástico? ¿irónico? ¿negro? Desde luego, tiene una forma de redactar peculiar, muy directa, con un lenguaje no apto para la Real Academia de la Lengua. Como libros hay muchos, y gustos tantos como humanos, habrá quien no pueda con este autor. Pero si comienzas a leer y te dejas llevar por el argumento, las carcajadas están más que aseguradas.

En este libro acompañamos a Charlie Asher, un “macho beta” un poco paranoico. Al dar a luz, su mujer muere, y él ve junto a su lecho un gran hombre vestido de verde lima que asegura que nadie le tiene que ver. ¿Ha matado a su mujer? ¿es la muerte? Desde ahí su vida cambia. Viudo, con una hija pequeña a la que no le duran las mascotas, un par de voluntariosas vecinas, una tienda de antigüedades con objetos que brillan y dos curiosos empleados. Hasta que descubre que es un Mercader de la Muerte todo es un tanto confuso, y desde que lo descubre aún se complica más. No pienso contar más del argumento, este blog no es como esas contraportadas de los libros que desvelan todo el libro, pero sabed que habrá malos contra los que luchar y final ¿feliz?
En definitiva, este libro es estupendo para reirse y quitarse de la cabeza esa imagen tétrica de la muerte. ¿Lo has leído? Comparte con nosotros tu opinión.